Martin Lebin acaba de abrir el arcón de los recuerdos verseros y envió estas joyas fotográficas de una tocatta McCamelera para escasos pero extasiados beneficiarios del talento de uno de los integrantes verseros, en una visita relámpago a la capital cuyana. A los guardaespaldas que me cuidaron en ese entonces, aún les duele las articulaciones a casi quince años por tener que atajar a la horda de fanáticas que pujaban por llevarse una parte de tu ídolo. Esto sucedía en el mes de marzo de 2000. Gracias Martin!