By Steve McCamel 26/Oct/99
Y llegó nomás el día esperado. Ese sábado a la noche me encontré llegando a una especie de galpón enorme. Era el Alvear Club. Los afiches rezaban "Cena Show" además de los nombres de las bandas que eran 3 o 4 (Ruda Macho entre ellas) y en letra mucho más grande se leía el nombre de la de Pepe. Hasta ahí todo bién. Llego con un hambre abominable, y procedo a saludar a mis flamantes compañeros de faena.
Entramos y todo estaba dispuesto cual fiesta de casamiento, con muchísimas mesas y en una punta el escenario. El techo era de chapa. Seguro, era un galpón. Mala señal. Martín, el violero, me comenta que se encontraban los viejos de él, que iban a filmar la tocatta y que habían tenido que gatillar como $30- por cabeza por la cena. Ahí nomás nos enteramos que ninguno de los 6 rudamachenses iba a poder probar bocado en toda la noche. Miradas furibundas de odio se dirigieron a Pepe quién se encontraba departiendo con una pareja amiga, cagándose de risa y devorando un canapé. Ya empezábamos a oler a podrido. En eso viene Martín con sendas limonadas traídas de contrabando, pero la rabia no amainaba. Para colmo nos vamos enterando que la fiesta ya venía con atraso, con lo que terminaríamos tocando 2 horas después de lo previsto. Si todo se hubiese limitado a esto, hubiera estado todo bién.
Pero habría aún más sorpresas. La primer banda que sube a tocar es APC, cuyos integrantes no pasaban de 14 años, pero eso no impedía que un par portara crestas de tamaño descomunal. Eran punks. Tenían 2 vocalistas, y a uno de ellos lo indentifiqué enseguida, era primo del Marginal. Era muy gracioso ver como cantaban el cover de 2 Minutos, "Ya no sos igual" ante 200 personas, muchos mayores de edad. Es que el público estaba compuesto mayoritariamente por tercera edad, adultos y pendejos, pero salvo las bandas, la juventud brillaba por su ausencia. Luego sube "La Rivera", banda de Blues que zafaba.
Pero ya algo había ocurrido con la iluminación. Era paupérrima. Y del sonido mejor ni hablar, era verdaderamente pésimo. Mientras tocaba "La Rivera", McCamel trata por todos los medios de que mejore el sonido y la iluminación para el set nuestro. Fue totalmente en vano. Y llega la hora de la verdad. La presentadora anuncia "Rudaaaaa Machoooo", y subimos los seis con una versión de "Zapatos de gamuza azul" que encontró a McCamel en panderetas y coros. Luego una versión instrumental de "Nothing Else Matters" de Metallica (acuérdense que
Rubén no sabía inglés), luego "Cómo" de Luís Miguel cantada por el Ruben. Hasta que volvió McCamel al tablón con "Let it Be".
Era el momento esperado por McCamel, tocar ante un gran público aunque ya vimos como estaba compuesto, pero no importaba. Pueden creer que apenas comenzado el tema, a Christian, el tecladista se le van los tonos a la mismísima mierda y Macca queda pagando teniendo que virar a otro tono más bajo? Sí, eso mismo ocurrió, pero zafamos bién. Al terminar (si no me equivoco fue una versión más larga de lo que la habíamos ensayado el día anterior) a Jorge Daniel se le rompe una cuerda del bajo. Teníamos que hacer tiempo hasta que la pudiera cambiar. Es así que improvisamos "Desde el alma", un tango valseado"para la pendejada" como vitoreó McCamel. Una vez terminado largamos con el tema final, "Dizzy Miss Lizzy", cual aullé como si fuera la última vez que cantara en mi vida.
Bajamos del escenario con una sensación entre rara y de desconcierto. Creo que ni nos queríamos hablar. La tácita sensación era que ese había sido el debut y la despedida de "Ruda Macho". Sin embargo se me acerca un tipo (pensando que yo era el líder de la banda) y me pregunta cuánto cobrábamos por show, y que nos quería contratar para tocar en un próximo evento que se iba a realizar en el club. Sinceramente le contesto lo primero que me viene a la mente diciéndole que había faltado nuestro manager, pero que me esperara un segundito. Así fue que lo llame a Jorge Daniel y volvimos juntos a hablar con el interesado, que a su vez nos presenta a su socio. Cruzamos teléfonos y nos comentó que ese evento iba a ser algo así como un desfile de modelos y que la presencia de Ruda Macho acompañaría bién la velada. La fecha estaba prevista para el 12 de octubre siguiente, o sea dentro de un mes. No lo podíamos creer. Nos despedimos y se lo comentamos al resto de la banda, sólo que Rubén ya había desaparecido. El ánimo nos cambió de inmediato, estabamos con las varta puesta. Aún así, nos comentan que las luces habían sido escasas, y el sonido horrible en nuestro show. Fue entonces que comenzaron a sonar "Los Heavenlies", banda de Pepe, con las mejores luces y un sonido de la gran geba madre. Fue ahí que se me ocurrió llamar al resto de Ruda y a los pendorchos de APC, comentando las enormes diferencias de calidad entre nuestros shows y el de Pepe, dejando al descubierto tamaña estafa.
La bronca era cada vez mayor, uno de los punks a esa altura ya quería destrozar las luces, y no mentía. Así que los contuve y decidimos ponernos en primera fila, parados, y entramos a mirar fijo a Pepe, para intimidarlo, luego para el tercer tema entramos a aplaudir a lo bestia sin parar, y ya para el cuarto tema, nos fuimos todos al carajo. Todavía recuerdo que estando a tres cuadras se escuchaba a la banda de Pepe, tal era la potencia de sonido que se había reservado. Pero algo se respiraba en el aire, Ruda Macho seguiría con vida.