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By Steve McCamel 25/Feb/99
Tanto era el empuje inicial que en la semana subsiguiente me hice tres temas (letra y música post.), dos totalmente míos ("She broke my heart" muy élvico y "Take a chance for my naber", un tema menor, que años después incluí en mi primer solista) y uno en castellano en co-autoría con Tito Monster llamado "La noche de mi vida", que al no ser grabado se perdió. Aparte al ser en castilla, era como que en esos momentos tenía una categoría inferior (miren todas las excusas, reales, que doy para no decir que esa canción era para decirlo en fino, una verdadera bosta). Sin embargo quedará en la historia versera como el único tema hecho por esta dupla.
Llegado el domingo (23/8/87) me dirijo por la tarde a Uriarte para continuar lo iniciado, y tras tocar "Imagine" (era tradición hacerlo, como presentificar una guía-modelo para nuestra inseguridad compositiva de ese entonces) Drummond queda mudo tras enseñarle mis nuevas creaciones. No les habían gustado ni a ganchos. Años más tarde entendí que sería su reacción habitual al escuchar una nueva canción de mi autoría. Lucha de egos, genios compitiendo? Andá a saber. La cuestión es que queríamos componer el sucesor de "I wana fuck..." y no nos salía ni mierda. Dos horas habremos estado hasta que decidimos ir a comprar una Coca Cola de dos litros. Eso nos va a inspirar, pensamos.
Y pasó nomás, paladeamos el exquisito jarabe, y en quince minutos teníamos el 70% del que sería nuestro clásico por muchos años (y el que nos permitió seguir con la empresa, porque después de toda una tarde de embole ya no queríamos saber nada, a la semana de haber empezado ya nos queríamos jubilar). Si Lennon y McCartney habían compuesto "Yesterday", nosotros ibamos a hacer "Tomorrow". Una canción que al ir dándole forma no podíamos creer que fuera nuestra. Cuando decidimos que ya estábamos en condiciones de tocarla, la llamamos a la madre de Drummond (única persona que estaba en Uriarte además de nosotros) para someterla a examen.
Recuerdo que estábamos emocionados en serio, al terminar le preguntamos muy ansiosos que le parecía. No paró de llenarnos de elogios y estímulos, pero aún había algo que nos preocupaba y mucho. Si el tema era tan bueno, no sería plagio? Empezamos a acosarla, a preguntarle si no le sonaba conocida, etc. Insistió que no. Cuando nuestro ego estaba llegando a ocupar el 98% de todo Palermo, la escuchamos decir..."aunque me suena a laralaaa..."
Parque Rivadavia, Caballito, Buenos Aires
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By Steve McCamel 24/Feb/99
Hasta febrero del '87 la púa de mi tocadiscos no conocía otras voces que la de Los Beatles, ya sea como cuarteto o sus discos en solitario. Y la verdad que en esa época los gastaba, pero otra cosa no escuchaba, no me sacabas de ahí. Hasta que un buen día descubrí a los Stones, y no te voy a decir que me voví un rollinga mostro master pus, pero la baranda a chivo me acompañaba donde quiera que iba. Era todo un rocker. Pero sin tener en cuenta ciertos detalles, lo importante del caso fue que constituyó mi primer apertura hacia otro estilo/grupo. El problema consistió en que ahora nadie me sacaba de ahí.
Meses más tarde aparecen dos cosas escenciales que hasta ese momento, debido a mi aislamiento pickle, no sabía que existían: 1) El Parque Rivadavia, la gran meca del larga duración (el cd no existía para el vulgo) y 2) Lote-Rock, programazo de radio conducido por Julio Alberto Guichet, que con el auspicio de Lotería de La Rioja, te pasaban una cronología fenomenal de todo el Rock. La macana es que, con el tiempo, siempre lo levantaban, y cuando volvían por otra emisora tenían que volver a empezar. Nunca pasaron de 1970 si no me equivoco, pero te pasaban de todo, hasta piratas de Ringo, con información de todo tipo. Eso me siguío abriendo el marote. Descubrí a Los Who, a los Kinks, Los Doors...y a Los Shakers.
Y esto no lo digo en broma, los uruguayos además de gustarme mucho los temas, me hicieron pensar que también se podía componer en inglés siendo sudaca. Con esa gran revelación en mente, solo bastaba comentárselo a Leibo en algún recreo del Pelle. Lo próximo que recuerdo es estar en Uriarte, el 16 de agosto de 1987 (exactamente diez años después de la muerte de Elvis, the Pelvis), componiendo a dúo el tema fundacional: "I wanna fuck my girl". Como sería habitual en esa primera etapa hicimos la letra para después con la guitarra ponerle la música. Como indica el título, el resultado fue otro tema en joda, sólo que en inglés, producto de un domingo en el que seguramente lo único que queríamos era cagarnos de risa.
Y así, como jugando nos pusimos The Versers. Y como teníamos que ser cuatro, como nuestros ídolos, reclutamos en la semana siguiente a nuestros respectivos compañeros de banco, Gabriel Gomez (tocaba bién la guitarra) y Carlos Rodriguez (escribía buenas letras). El paso siguiente fue bautizarnos como buenas estrellas de rock que ya creíamos ser: Carlos Rodriguez, quien ya era Chalo en la división fue apodado "Clark Lake", Gabriel alias Manflo, Manfloro, o Manflower fue a partir de aquí "Tito Monster", Leibo, "Charly Drummond", y yo "Steve Camelo", sufriendo una transformación unos meses más adelante. Quedaba formada una institución.